viernes, 28 de septiembre de 2012

Enseñar bien desde el principio

Voy a dar una de mis típicas puñaladas intelectuales, pero no por la espalda no, sino de frente para que todo el mundo se entere bien de una vez por todas. La educación es una de las palabras mas fáciles de citar por los individuos arrogantes y prepotentes cuando tienen un problema con otra persona a la que consideran ignorante o inculta, ¿Pero qué es educación? ¿Es quizá hablar bien? ¿Escribir bien? ¿Comportarse bien? Todo eso debería parecer que es el fundamento, pero cuando razonamos un poco mas despacio, descubrimos que no lo es porque hay algo mas allá, que se nos escapa y no vemos. ¡No! Educación es enseñar bien, y hacer las cosas bien desde el principio. Miren, eso lo se por experiencias propias, cuesta mucho mas trabajo hacer las cosas mal (A medias, tratando de ahorrarse esfuerzo), que hacerlas bien desde el principio, poniendo el máximo empeño en el objetivo. Volviendo al tema de la educación. Cuando desde el principio una persona no recibe una adecuada educación, tiene problemas durante toda su vida; y cuando multiplicamos eso por todos los habitantes de un país, ese país tiene problemas. El país no esta como esta por si solo, sino esta así porque ha heredado una deficiente educación y por tanto el problema no es la educación en si misma (Los contenidos), sino que el resultado proviene de no haber sabido enseñar bien esos contenidos sin fallar desde el comienzo en algún momento del pasado.


En el momento en que un alto porcentaje de ciudadanos de un país, tiene problemas con la lectura, la escritura, la ortografía, la gramática y otras cosas cuyo origen es la educación ¿de quien es la culpa? ¿Del ciudadano que no supo aprender desde el principio las materias, o del profesor que desde el principio fracaso no sabiendo enseñar bien esas materias? Lo mas fácil era exculpar al profesor y crear la figura del mal alumno, el niño burro, el niño idiotizado, con problemas emocionales y familiares; que chocaban contra la estética mental preconcebida del profesor que pretendía niños dóciles, perfectos, con intelectos motivados, quizá incluso con dedos nerviosos por responder a sus preguntas.


Pero bajemos de esa nube, y volvamos a esta desagradable realidad cincuenta años mas tarde. Muchas personas no escriben hoy bien sencillamente porque los profesores no supieron motivarlos o enseñarles bien hace cuarenta años atrás. ¿Es tan difícil de admitir una realidad como esa? Lo mismo pasa con aprender lengua, gramática, y ortografía, ¿por qué hay tanta gente con problemas con este asunto? Yo se lo explico desde mi experiencia. No fallan los alumnos, fallan los que no saben enseñar a esos alumnos. Lo que pasa es que es mas fácil dejar como culpable a un niño que no se puede defender, diciendo de él que es un inadaptado, un rebelde o un inepto, que ya viene de padres pobres y socialmente cortos en todos los sentidos; que reconocer cual es realmente el problema; que desde un principio el profesor fallo en su método de enseñar.


Es muy fácil culpar 50 años después a un pobre individuo cualquiera cuando va a pedir un trabajo, tildándolo de ser ignorante, inculto, y demás calificativos o de que no aprendió a escribir correctamente, ¿pero realmente de quien fue la culpa de que no aprendiera con el nivel necesario para que hoy responda a las actuales exigencias? ¿Tenían esos alumnos el celebro mas atascado que el resto? ¿O acaso el profesor solo hacia su trabajo, y tanto le daba, que uno de sus alumnos aprendiera o que no; porque en cualquier caso tenia igualmente garantizado su sueldo aprendiera lo que aprendiera el alumno? Me pregunto yo ¿que pasaría si el sueldo de un profesor de lengua, estuviera hoy condicionado a la productividad y al resultado; es decir, a que si son treinta alumnos, los treinta aprendieran correctamente todo lo que se les enseña y al final de los ocho años esos alumnos lo demostraran de forma practica, dando con ello un respaldo a la verdadera dedicación invertida por el profesor en todo ese tiempo? ¿Aprenderían más y mejor, o la situación seria peor de lo que es ahora después de 50 años? ¿Cual es el origen y cual es resultado entonces?


También se lo explico a mis escasos lectores. La mayor parte de las veces el fracaso escolar, o el problema de la Educación como lo llaman hoy los profesores para atenuar su responsabilidad, es que entonces solo hacían su trabajo y solo se limitaban al mínimo resultado, no al máximo resultado. ¿Por qué digo esto de forma tan categórica? Bueno, primero porque tuve ocho años para constatarlo, y segundo porque para eso ya estaban los colegios de pago o las Universidades, y no tengo mas que explicar; el ejemplo se entiende perfectamente.

Lo que si necesita una explicación es que el ciudadano no nace burro, lo hacen burro, y se convierte en burro especialmente cuando los profesores que les enseñan de por si los tratan como burros. ¿No se lo creen? Les pondré ejemplos vividos por mi de métodos de enseñanza del siglo pasado, cuyo lema era “la letra con sangre entra”. Entonces en la enseñanza era muy normal marginar a un niño en el ultimo pupitre, ponerlo de rodillas con los brazos en cruz y con pesados libros en las manos, darle un fuertes golpes con una regla de medio centímetro de grosor en la punta de los dedos, colocarle un sombrero de capuchino con orejas de burro, hacerle escribir cien veces en la pizarra una frase repetida, suspenderlo o expulsarlo de clase por la menor de las tonterías además tomar manía a un niño. Y podría continuar con mas ejemplos... pero en resumen estos eran todos los ingredientes necesarios para crear a un burro estándar como los que hoy día tanto abundan producto del antiguo y fenomenal sistema (Método) de enseñanza del siglo pasado. ¿No les parece maravilloso el resultado?


Ahora podría hablar de un fenómeno del que pocas veces se hablo -es tema tabú- y del que hoy día tampoco se habla; del moving (Discriminación silenciosa) del profesor hacia el alumno, que se encubre normalmente con la escusa del fracaso escolar, donde la culpa de ese fracaso curiosamente es de la actitud del niño y nunca del profesor. El profesor es un santo, que goza del eximente de su condición. Es lo que se conoce generalmente con la expresión “mi profesor me tiene manía”, pero también yo podría calificar ese fenómeno con la siguiente cita, mas acorde con la realidad del nefasto resultado que con su éxito: “Solo el que enseña como un burro, puede conseguir que otros sean mas burros que él”.  ¿Qué pasa cuando el profesor es un burro, que no tiene ni idea de como conseguir que sus alumnos se motiven y aprendan una lección?


Es una realidad imposible de negar que los profesores de hace 40 años atrás, que eran cerrados mentalmente en sus vanas convicciones, y desgraciadamente hoy también los sigue habiendo; recitaban sus lecciones monótonamente, con voz pesada, carente de énfasis o de emoción, y regalaban a sus alumnos aburrimiento durante horas. ¿En un caso como ese no seria mas fácil colocar una grabadora y marcharse a tomar un café, y ahorrarnos a los profesores que no tienen el máximo interés por poner de su parte y formar de verdad a buenos alumnos? Piensen un ratito sobre el ejemplo... y quizá encuentren razones para rebatirme, o quizá no.


Pueden enfadarse conmigo, diciendo que soy injusto afirmando todo esto, pero la realidad que entonces había detrás es la que hay ahora. Para un profesor, enseñar hace décadas atrás era un trabajo que solía estancarse en la monotonía, en la rutina, y pocas veces la meta personal era conseguir que sus alumnos alcanzaran un nivel ideal. Lograr que un alumno consiguiera llegar hasta el final de los ocho cursos y obtuviera un buen nivel de educación, no era la máxima preocupación del profesor sino otras cosas, como por ejemplo leer el diario deportivo, y pedir silencio hostilmente mientras los alumnos hacían un examen; lo se porque durante ocho largos años pude comprobarlo.


Podemos verlo de este otro modo; ¿cuanto le importaba hace cuarenta años atrás a un profesor que un alumno cualquiera consiguiera obtener hoy día un certificado de estudios EGB o un graduado escolar, saliendo con un buen nivel educación intelectual?  Si un alumno tiene problemas hoy, ¿cuanto le importo entonces al profesor, que ya esta jubilado, que ese antiguo alumno hoy se vea en apuros para ganarse la vida? Recuerden que sus profesores ya están jubilados y a la mayoría les importaba entonces un comino lo que a ustedes les pasara hoy con su ortografía o sus capacidades de redacción en una entrevista de trabajo. La respuesta es “que cada palo aguante su vela”; un profesor era entonces alguien que estaba allí; no era un padre o una niñera para el alumno, ni un amigo, ni siquiera era un profesor realmente porque tanto le daba que el alumno consiguiera sus propias metas. Un profesor cobraba su sueldo lo mismo con 30 fracasos escolares que con cien éxitos escolares, exactamente igual que hoy; en eso no han cambiado, y la fabrica de burros sigue hoy dia en marcha.

Ahora pueden hacer como hicieron siempre, seguir con su método de desmotivacion. Y negando su responsabilidad, por supuesto lanzando las culpas para todas direcciones menos para la suya propia. Recuerden, las personas si razonan, pero los burros solo dan coces y comen zanahorias...

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